El 28 de enero de 1986, el transbordador Challenger explotó apenas 1 minuto y 13 segundos después de despegar.
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La explosión de la nave sucedió 73 segundos después del lanzamiento, causada por el tanque propulsor de combustible sólido derecho, salió fuego y gas ardiente directamente al tanque principal de combustible, y se desintegró casi en su totalidad.
La cabina fue la única que sobrevivió al terrible accidente. Los 7 tripulantes: Michael j. Smith, Francis “dick” Scobee, Ronald Mcnair, Ellison Onizuka, Christa Corrigan Mcauliffe, Gregory Jarvis y Judith Resnik, fallecieron luego de una caída de 2 minutos desde una altura de 15.240 metros, la cabina terminó impactando con el océano.
Hoy, hace 30 años exactamente a las 11:38 a.m., explota la nave y se convierte en uno de los peores accidentes que marcaron a la NASA, luego de lo ocurrido el 27 de enero de 1967 con Apolo I, dejando sin vida a sus tripulantes.
Para esta mañana se planificaron una serie de homenajes en los centros de la NASA para empleados y familiares de las víctimas de la nave Challenger, tendrán cobertura en vivo en su canal de televisión para que todos puedan ver las diferentes ceremonias en todo el país.
